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14/11/10

Pequeñas cosas.

Bueno, para entrar en ambiente escucha la pista 8: Pieces – Sum 41. Hoy estaba hablando con una amiga de la vida.
Y llegamos a la conclusión de que las malas temporadas son muy largas y que las buenas son muy cortas, así que, si no quieres esperar a que la vida te de un regalito prueba a hacerte tú mismo los regalitos.
Si, eso de “disfrutar las pequeñas cosas” con esas cositas bastan para ser feliz…
Sentarte en el tejado a disfrutar de la música, comer un helado en un caluroso día de verano, bailar bajo la lluvia, hacer eso que siempre has querido hacer, pasarte un día entero durmiendo, poner la música a todo volumen, sentarte en un banco a ver los coches pasar, dejarte la voz en un concierto, gritar un te quiero, darle un tortazo a esa persona que tanto odias, caminar con la cabeza alta aunque desees morirte, sonreírle a un desconocido, hecharte unas risas con tus amigos, hacer burbujitas de jabón, sumergirte en la bañera, ver una puesta de sol en la playa, caminar descalza por la hierba, deshojar margaritas, pedirle un deseo a una estrella fugaz, explotar las burbujas del papel de envolver objetos delicados, el cosquilleo ese en la barriga, escuchar a un bebé reír, un mensaje especial en el móvil, dormir en la playa, comerte una caja entera de bombones sin importarte que vas a ponerte como una vaca, que pongan esa canción que tanto te gusta y ponerte a cantar inevitablemente, maquillar a una niña pequeña, llenarte las manos de pintura, que te dediquen una canción, acordarte de esa persona por algo que solo tú y esa persona sabéis, sonreír y que nadie sepa por qué, que tus abuelos te cuenten sus batallitas, llorar de alegría, que te duela la barriga de tanto reír, hacer sonreír a una persona que está triste, encontrar por casualidad esa canción que llevabas tanto tiempo buscando, que te digan lo guapa que estás cuando estás triste, un abrazo sincero, encontrar a esa persona que llevabas tanto tiempo sin ver, leer un libro en la playa mientras escuchas las olas, correr aunque no tengas prisa, comer fresas con nata, gritar cuando llegas a la cima de una montaña…
Esas y muchas más son las pequeñas cosas que te pueden hacer feliz, no esperes que la vida te de el regalo, háztelo tú.
Aroa.

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