El día que fui una lágrima

Fui creada un día cualquiera, salí de un corazón roto. No iba sola, iban conmigo la amargura, la traición, la tristeza, el arrepentimiento, la sinceridad... sí, iba conmigo la sinceridad ese día, no solía venir con nosotras pero es día se unió a nuestra causa. Mis compañeras y yo sabíamos que nuestra lucha no merecía la pena, que no deberíamos salir a la batalla, que muchísimas lágrimas eran mejores que yo, mejores que nosotras. Me encantaría haber sido la lágrima de una madre cuando ve por primera vez a su bebé, la lágrima de una joven que besa a su marido en el altar, la lágrima de un padre que se despide en el aeropuerto de su hijo...
¡Cuántas lágrimas! ¡Cuántos motivos buenos para llorar! Y a mí me toca ser hija de un corazón rico en sentimientos pero de suerte pobre, me toca batallar por una chica que siente que ha cometido un gran error, me toca a mí estar al frente de esta guerra; tras el arrepentimiento y la tristeza anda escondida la sinceridad, no está acostumbrada a luchar, no es de las lágrimas que suelen estar en el campo de batalla, hoy le ha tocado salir porque esta chica ha dicho la verdad, unicamente la verdad y ha sentido la traición que causó al decirla, no hay lágrimas de felicidad hoy en sus ojos...
Veo como una a una van cayendo tras de mí todas mis compañeras, me pregunto como se sentirán deslizandose por las mejillas de esta chica, que pensaran mientras se entregan a su destino, enfrascada en mis pensamientos, veo cual va a ser hoy mi destino, voy a caer en su almohada, esa silenciosa enfermería que aguarda noche tras noche a las lágrimas como yo, que nos entregamos a la lucha de chicas como esta, chicas que no saben tomar decisiones sin herir a la gente a la que quieren, chicas que necesitan un poquito de ayuda para no fastidiarla aún más...
Ya me he deslizado hasta el final de su mejilla, apenas saboreo el aire unos instantes y caigo en la almohada que absorbe mi caída con ansia. La chica ya duerme, y yo junto con mis compañeras me evaporo en el silencio de la noche.
Yo, la peor de las lágrimas, he muerto esta noche, la chica que me creó duerme en paz tras liberarse de mi, tras liberarse del odio a sí misma, del odio a los errores que ha cometido...
Antes de evaporarme, la miró, y pienso que alguien debería contarle la verdad a ella, que vive rodeada de mentiras, engaños y más mentiras, me gustaría acercarme y decirle que esta noche no ha estado sola, su corazón nos ha creado para acompañarla en esta noche en la que tenía tanto en lo que pensar...
Todas las lágrimas son mejores que yo, pero ninguna se ha parado a contar nuestra historia. Sí, soy el odio, pero esta noche he salvado a una chica, me he sacrificado por ella, porque a veces, no es tan malo todo lo que lo parece...
NZRw *